Seguimos con el cómic. He de reconocer que es una de mis grandes pasiones, pierdo literalmente el sentido del tiempo cuando tengo un cómic delante, me es imposible no leerlo, no olerlo, no contemplar las ilustraciones durante minutos, es fascinante. Se ha debatido mucho sobre si debe o no considerarse literatura y no voy a entrar en la polémica, ya hay quien tiene tiempo suficiente como para hablar de ello. Yo me dedico a disfrutarlo, sencillamente. Me da igual si es o no literatura, lo que realmente me importa es el efecto narcótico que me provoca, cómo hace que mi mente se traslade a otros mundos, visite otras culturas y me haga creer en lo fantástico de la historia. Poder mimetizarme en cualquiera de los personajes que aparecen en las historias es como cambiar de época y abandonar los referentes de la monotonía diaria que tanto me amuerman. Es, sí, una escapatoria. Todos necesitmaos una, al menos los que somos honestos con nosotros mismos. Pero bueh... tampoco voy a hacer aplogía del comportamiento humano. Cada uno sabe como funciona su vida y la mía huele a tinta!!!!
A continuación, como en el anterior post, voy a mostraros el dibujo a tinta primero:
Y la lámina a color definitiva que presenté para el Concurso de Ilustración de la 1a. Edición del "Vic Japan Festival" que me valió el honroso primer premio de mi categoría, genial!!! Esta vez no me inspiré tanto en el manga, no hace falta caer en la monomanía. Dí rienda suelta a mi faceta más tradicional y me atreví con el cómic de tendencia más europea, del que reconozco que soy fan desde que se leer. En definitiva cumplí uno de mis sueños de niño: dibujar a Superman... Aunque sólo me atreviera con su sombra.
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