Quien se acuerda de las fiestas de Navidad… Estamos
programados para un día a día sin extras, esclavos conformados con nuestra
rutina diaria. Tres cuartas partes de la población recuerda con redundancia y cierta
quimera los buenos momentos que el resto se preocupan por minar dada su actitud
de dominancia. Los hay tan favorecidos que su posición les obliga a doblegar
social y económicamente a los menos favorecidos. Pero eso ya lo sentimos en
nuestras terminaciones emocionales de forma más habitual de lo humanamente
deseable. En principio el post es una excusa para colgar un trabajo que hice el
diciembre pasado para un concurso que convoca cada año un diario local “El 9
Nou”; esta lámina fue seleccionada pero… no ganó.
La idea de la ilustración era criticar la
situación en la que nos encontramos muchos en este país, esa minoría que
puede, que te va exprimiendo, ajustando,
acojonando, mintiendo, abusando, y te acaba echando aunque para ello tengan que
contratar un George Clooney que ni siquiera soslaya la elegancia del film. Te
vas transformando, mentalizando, subyugando, convenciendo y te acabas dejando
conquistar y cuando te das cuenta tu vida y tu persona han sido violadas con la
vejación como forma de conducta asumida. El asentimiento metódico ante la doma
se convierte en una conducta habitual.
Que a la gente le gusta soñar? Fantástico, es
gratis, vas a tener noches y noches en blanco para ponerlo en práctica, aunque
en vez de sueños tu mente proyecte pesadillas dignas de un Buñuel más retorcido
de lo comúnmente asimilable con el Perro Andaluz. Hemos vuelto al pasado,
viajamos en el tiempo gratis, qué más queremos? Hemos desandado diez años
gratuitamente y sin pedirlo, quien puede quejarse de hacer un viaje en el
tiempo??? Los cretinos que no queríamos que nos serraran la ilusión. Pero como
decía esto es sólo un post.
