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Blog de diseño e ilustración en el que espero poder expresaros mis inquietudes en cuanto a diseño, ilustración, música, letras varias y todo aquello que hace que la vida sea un poquito más llevadera. Imaginar es gratis y crear la cualidad que nos hace únicos y peligrosos!

lunes, 21 de mayo de 2012

Despierta ya!


Ésta es la lámina que ha presentado par la 8ª ed. Del Concurs Manga de Manlleu y que me ha valido el segundo premio.
No voy a contar ninguna historia, imaginadla vosotros, tenéis a dos chicas, un triciclo, dos polícias y muchos papeles. Hala! a imaginarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.

La Crepe fa 10 anys!


Éste es el cartel que he hecho para celebrar los diez años de éxito de La Creperia. Un pequeño gran restaurante de Vic que Ma. Àngels y Jose decidieron abrir hace ya una década. Ahí trabajo algunas noches a la semana y puedo decir con toda seguridad que se está a gusto a ambos lados de la barra. Es un local diferente y acogedor, con una decoración particularmente jovial y una relación calidad precio óptima. Está siempre lleno, a rebosar y eso es porque la clientela está satisfecha y repite. En La Crepe hacen creps, tostadas, ensaladas y gofres que rellenan y aliñan con imaginación y cariño. A los platos, en la cabina del dj., está J. Martínez (Jose), que lejos de la imagen de patrón habitual que se podría tener de un dueño dentro del negocio de la hostelería, levanta la sala a base de una sesión diaria de Crep-live! Con una indumentaria híbrida entre Bruce Lee y Martirio es el iconoclasta del delantal del siglo XXI, y no soy el único que lo dice J . El resto del equipo son gente con ganas de trabajar y un carácter estupendo. Pero no hace falta que yo lo diga, el público ya lo sabe porque aunque no siempre el cliente tiene la razón, esta vez hay que dársela. Y si no, juzgad vosotros mismos. Celebramos los diez años el próximo jueves 24 de mayo, a partir de las 19.30h. en la Pl. Sant Felip Neri de Vic, con la actuación de: Vic-Swing. Habrá música, creps y muy buen rollo para todas las edades.

Nos vemos en La Crepe.

Si la música amansa a las fieras, yo vivo anestesiado


Lo reconozco: escucho música a diario. Y no me refiero a poner la radio mientras voy a trabajar o al hilo musical del súper. No, lo hago a propósito. Incluso elijo el disco y no me vale cualquier cosa. La música es mi contexto diario, la necesito para acabar de ser yo y poder seguir haciendo lo que toque en cada momento. Es, digamos, mi complemento directo cuando transito por un nuevo cd recién adquirido con el que me he peleado durante dos minutos para quitarle el envoltorio. Es mi complemento circunstancial cuando he tenido un predicado ñoño o simplón. Es el atributo perfecto para una cópula poco oportuna con el día… Sí, es lo que necesito cuando llego a casa. Cuando fallan mis neurotransmisores la música se convierte en el conductor perfecto para que mi cerebro envíe la respuesta adecuada a un impulso concreto, para poder manifestar una reacción emocional correcta, para que mis réplicas sean eminentemente de carácter positivo y pueda aparcar el pesimismo que últimamente me acecha y que intenta instalarse como un parásito en mi estado de ánimo. Sí, es cierto que no ando muy animado últimamente y paso muchas horas solo, aunque esté rodeado por mucha gente que a veces me da la impresión de no conocer de nada. Y qué hago yo entre toda esa gente? Formar parte del anonimato de la muchedumbre, contribuir a la pérdida de la individualidad, a la disolución del nombre propio. Ser parte del proceso de la pérdida de la originalidad de cada uno de nosotros, que no hacemos más que intentar reinventarnos en nuevos aprendices de trabajador porque tal y como está todo es como si tocara avergonzarse de haber dedicado tu vida a un trabajo que alguien ha decidido que debe dejar de existir, que ya no es necesario. Y uno se avergüenza, se suplanta a sí mismo y se maquilla de lo que no es para subsistir físicamente y seguir alimentándose de una vida que para nada le pertenece. Y ahí está la música, la de siempre, la que te ancla con tu pasado, con tu vida de antes. La que te recuerda quien eres y deconstruye la realidad falsa para tornarla propia. La que te otorga tu verdadera identidad y te da la confianza de saber quién eres, dónde estás y qué haces en esencia. Para mí escuchar música, mi música, la que yo elijo, es como ponerme las zapatillas de deporte viejas y reconocer en la horma que he ido haciendo a lo largo de los años la forma de mi pie. Todo es importante, no hay ningún sema prescindible en cada uno de nosotros. Así que os recomiendo que si tenéis que recortar gastos no ahorréis en sentimientos ni en pasiones, conservad aquello que os hace únicos.

*Cartel presentado para la exposción "The City Art", organizada por la cadena de cervecerías "The City Arms"

Diseño e ilustración: Morcimen
Texto: la bruja de siempre disfrazada de hada madrina